NOTAS DEL MANEJO DE LOS ANIMALES
EN LA HACIENDA GENTILEZA

Desde un primer momento, dentro del manejo de los animales de la Hacienda, priorizamos la impregnación de las crías a efectos de que estas conozcan al ser humano desde su mismo nacimiento familiarizándose con él de una manera amigable.

El amansamiento continúa mediante diaria del personal con el animal, mediante la revisión periódica de cascos, baños, tusados, y rasqueteo de todo el cuerpo.

A partir del año y medio, los productos son iniciados en su trabajo de torno, el cual consiste en una media hora interdiaria a efectos de que comiencen a reconocer las órdenes que se imparten de a pie, fortaleciendo cuello y patas.


El trabajo de torno se convierte luego en cabestreo el cual no se aplica por igual a cada animal. Las diferencias en el trabajo ha impartir se deben  principalmente, al desarrollo muscular , y de los tendones de los animales, siendo determinante la apreciación de aplomos correctos y la debida distribución de masa corporal con respecto a éstos, lo contrario podría generar lesiones de por vida al animal.

No es sino hasta los tres años, en que el caballo recibe la primera silla, iniciando así un proceso de enfrenadura que en promedio debe durar un año aproximadamente

El seguimiento de la enfrenadura se desarrolla en un proceso computarizado en el cual se pueda apreciar las diversas incidencias de cada silla, permitiendo llevar un estricto control del avance educativo del animal, y de su mayor o menor asimilación de las órdenes impartidas. Así podemos indicar que en promedio nuestros animales reciben  el peso del jinete en la décimo quinta silla.

El proceso de embozalamiento, y colocación de freno, por ser uno de los más delicados, lo entendemos como la comprensión del animal del dominio del hombre, dominio que le servirá para su propia subsistencia y que por ningún motivo debe o puede basarse en actos de agresividad, puesto que ellos tan sólo nos llevaría a una monta resabiosa.
 
 
     
     
Un vez culminado el proceso de enfrenadura nuestros animales pueden ser montados por cualquier clase de chalanes, de hecho hemos contado en la Hacienda con la concurrencia de insignes visitantes del Canadá, Estados Unidos de Norteamérica, México, Colombia, Argentina, Chile, Nicaragua, España, Italia, Costa Rica, todos ellos maravillados por la docilidad y generosidad en la silla de nuestro caballo peruano.
     
   
   
 
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